Baltimore y Tennessee tienen dos de los nombres más electrizantes de la actualidad en la NFL y, aunque en este primer partido verán poca actividad, será interesante ver cómo confeccionan sus plantillas con rostros nuevos que los ayuden a desbancar a Cincinnati como el mandamás de la Conferencia Americana después de quedarse en la orilla en los últimos años.

Los reflectores estarán acaparados por Lamar Jackson y Derrick Henry, dos de los mejores jugadores de su respectiva posición, pero, aunque en esta ocasión los entrenadores en jefe Mike Vrable y John Harbaugh decidan darles pocos minutos para guardarlos, será interesante ver quiénes son las armas de las que podrán disponer para lo que será una larga campaña.

Cincinnati, que a la postre fue el invitado al Super Bowl por la Conferencia Americana, dejó en el camino a Tennessee en la Ronda Divisional cuando se metieron al Nissan Stadium para doblegarlos con pizarra de 19-16 en un juego en el que el mejor corredor de la NFL en los últimos años (Derrick Henry) fue limitado a solo 62 yardas, aunque hay que recordar que también se perdió gran parte de la campaña por lesiones.

A su vez, Baltimore fue perdiendo gas en la temporada y a final de cuentas quedó en el fondo de la División Norte de la Conferencia Americana con marca de 8-9 y una racha para cerrar el año de seis derrotas consecutivas, lo que terminó sentenciándolos en su búsqueda de los playoffs.

Los de Maryland vuelven a abrir un recinto en el que el año pasado finalizaron con registro de 5-4, lejos de lo que nos tenían acostumbrados y también dejaron de ser la defensiva dominante que solía caracterizarlos ya que acabaron con 392 puntos en contra.

Al igual que en el juego del Salón de la Fama, se espera un compromiso de pocos puntos en el que Baltimore sale como favorito por 3.5 puntos y la línea está en 31.5 unidades. Los de casa deben imponerse en un partido de altas cubriendo los 3.5 puntos.