Denver (4-5) y Minnesota (6-4) son probablemente los equipos más encendidos de la NFL en las últimas semanas, principalmente el conjunto de Colorado después de sus triunfos ante equipos que, al principio de la campaña, lucían como los favoritos para disputar el título de la Conferencia Americana y, por otro lado, los nórdicos aún y con la baja de Kirk Cousins recompusieron el camino y hoy están en el sendero de la postemporada.

La actividad dominical de la Semana 11 de la NFL se cierra con un partido que unas semanas atrás carecía de interés y parecía más una disputa rumbo al draft de la próxima temporada, pero ahora, con cierto toque de magia, luce como un duelo por demás llamativo que permitirá a Denver ponerse en .500 o a Minnesota seguir en la franca persecución de Detroit por el liderato de la División Norte de la Conferencia Nacional.

Sean Payton y compañía sufrieron una de las derrotas más humillantes en la historia de la NFL y pareciera que estamos hablando de otra campaña, pero fue en esta misma en la que cayeron 70-20 ante Miami, pero ya llevan tres semanas jugando a un nivel insospechado con triunfos ante Green Bay, Kansas City y Buffalo para dar vuelta a su temporada.

Por su parte, Minnesota jugará como visitante este compromiso y fuera de casa se han sentido muy cómodos gracias a su balance de cuatro triunfos (Carolina, Chicago, Green Bay y Atlanta) por solo una derrota (Semana 2 en Philadelphia), por lo que buscarán seguir aferrándose a la magia de su nuevo mariscal de campo Joshua Dobbs, quien llegó vía canje procedente de Arizona y aún no sabe lo que es perder con el uniforme púrpura.

Denver (-2.5) parte como favorito en uno de los compromisos más apretados de la Semana 11 de la NFL y gracias a la manera en que ha jugado su defensiva en las últimas semanas es que a sus aficionados los invita a pensar que acabarán con la racha de cinco triunfos que presume Minnesota, la mejor de la liga en estos momentos.