El fútbol americano colegial de la NCAA ha sido dominado por Alabama (N°4) en los últimos años y se puede decir que “concede” a otros programas la gloria de forma esporádica, pero ellos son la universidad dominante desde que Nick Saban tomó los controles.

En 2022, después de sus derrotas ante Tennessee y LSU, la oportunidad de meterse al College Football Playoff se evaporó y ese honor quedó en manos de Georgia, TCU, Michigan y Ohio State, por lo que el Crimson Tide buscará demostrar que el comité se equivocó al dejarlo fuera de los semifinalistas cuando choquen en el Sugar Bowl frente a Kansas State, el N°9 de la nación.

Los Wildcats llegan con plena confianza de quedarse con la victoria después de obtener el título del Big XII al imponerse en un gran partido ante el N°3 de la nación, TCU, por marcador de 31-28 en tiempo extra, pero fueron las derrotas ante Texas (34-27), TCU en temporada regular (38-28) y Tulane (17-10), los que los “sentenciaron” para quedar fuera de la contienda por el título.

Alabama y Kansas State se han caracterizado por ser equipos que en este 2022 permitieron que los rivales les movieran el ovoide, pero bajaban la cortina en la zona roja ya que el Crimson Tide sólo permitió un promedio de 18 puntos por partido y los Wildcats 20.1, pero eso no quiere decir que será un partido de pocos puntos en el marcador ya que las altas/bajas están en 56 y con un mariscal de campo como Bryce Young en los controles del programa de Nick Saban, el espectáculo está garantizado.

Alabama sale como favorito por 6.5 para este compromiso y, a pesar que Kansas State ha tenido un gran año, el Crimson Tide se llevará la victoria cubriendo la línea ante su afán de subir en el standing final e iniciar el camino hacia la redención en la temporada del 2023.