Kansas City está viviendo un camino diferente al acostumbrado hacia el Super Bowl en la temporada 2023, pero el pasado fin de semana dieron un gran golpe de autoridad al vencer a Josh Allen y Buffalo en calidad de visitantes, pero ahora les toca una encomienda aún más difícil cuando viajen a Baltimore para medirse a Lamar Jackson y compañía, quienes se quedaron con el mejor registro no sólo de la Conferencia Americana, sino de toda la NFL.
En la actualidad no hay equipo más dominante que Kansas City y como muestra están sus tres visitas al Super Bowl en las últimas cuatro ediciones con saldo de dos victorias y una derrota. Con los emparejamientos en ambas conferencias, bien podríamos ver de nueva cuenta el duelo que se vivió en la edición LIV cuando vencieron 31-20 a San Francisco, pero Baltimore y Detroit son los que quieren tener la última palabra.
El equipo que comanda John Harbaugh cerró el calendario regular con seis triunfos en sus últimos siete juegos y la única derrota fue en la última semana cuando descansó a la mayoría de sus titulares, situación que aprovechó Pittsburgh, pero de ahí en fuera dieron muestra de su poderío al aplastar a otras franquicias que llegaron a la postemporada como San Francisco (33-19) y Miami (56-19).
Tanto Patrick Mahomes como Lamar Jackson son los jugadores que se roban los reflectores en la Final de la Conferencia Americana, pero la realidad es que se enfrentarán a defensivas intimidantes y que en cualquier jugada pueden provocar un error que incline la balanza hacia su equipo y les termine otorgando el boleto al Super Bowl LVIII que se celebrará en febrero próximo en Las Vegas, Nevada.
Andy Reid, con Kansas City, logró revertir su “mala fortuna” en Finales de Conferencia y ahora parece tener la varita mágica no sólo para llegar al Super Bowl sino ganarlo y enfrente tiene a un entrenador en jefe como John Harbaugh que, si bien presume también un título de NFL en la estancia de su casa, los últimos años la “suerte” no lo ha acompañado. Baltimore parte como favorito por cuatro puntos, lo que parece una falta de respeto para los aún campeones, quienes pueden tomar esto como motivación para seguir silenciando a sus críticos.