Buffalo inició la temporada dejando ciertas dudas en el camino después de derrotas ante equipos como New York J., New England, Cincinnati y Denver e inclusive pusieron en entredicho su boleto a los playoffs, pero entraron en modo postemporada precisamente en la derrota ante Philadelphia y desde entonces lucen como uno de los equipos más sólidos en la búsqueda del Super Bowl, camino que empiezan este domingo recibiendo a Pittsburgh, otra franquicia con altibajos en el año.

En sus últimas seis presentaciones, donde obtuvo cinco triunfos y solo un descalabro, Buffalo se midió a cuatro equipos que estarán en la postemporada y tuvieron que enfrentarlos sabiendo que cualquier tropiezo ponía en serios predicamentos su ingreso a los playoffs, incluido el último juego en el que vencieron a Miami y por el que pudieron consagrarse, a sorpresa de muchos, como monarcas de la División Este de la Americana.

Enfrente tendrán a un equipo que llegó a tal inestabilidad durante el calendario regular que corrieron a su coordinador ofensivo Matt Canada, algo que “exigían” los aficionados de Pittsburgh y en la posición de mariscal de campo tampoco han obtenido los resultados esperados ya sea por el nivel o lesiones de Kenny Pickett, Mitchell Trubisky o Mason Rudolph, pero la realidad es que el último de estos tres hizo lo suficiente en sus presentaciones para ayudarlos a obtener un boleto como comodines con marca de tres triunfos sin derrota.

Para la Ronda de Comodines no hay un juego más disparejo de acuerdo a la línea ya que Buffalo es favorito por 10 puntos en un compromiso que se anticipa de pocos puntos (36), pero aunque es difícil asegurar algo en estas instancias de la temporada, la realidad es que el “modo supervivencia” en el que han entrado Sean McDermott, Josh Allen y compañía los convierten en un equipo sumamente peligroso y Pittsburgh será su primera víctima en los playoffs.