Miami (11-5) tuvo diversas oportunidades para navegar más tranquilo hacia los playoffs, pero ahora debe disputar un compromiso definitivo ante Buffalo (10-6) para nombrar oficialmente al campeón de la División Este de la Conferencia Americana y asegurar un partido más en casa en camino hacia el trofeo Vince Lombardi.

La Semana 4 de la presente campaña nos regaló uno de los resultados más abultados cuando Josh Allen y compañía acabaron con el entonces invicto Miami al superarlos 48-20, ahora, en el último partido del calendario regular, otra victoria los consagraría como campeones del Este de la Americana y los dejaría en una mucho mejor posición a la hora de acabar con su sequía de viajes al Super Bowl, instancia de la que han estado cerca en los años recientes.

A su vez, Miami debe recobrar la confianza después de ser despedazados por Baltimore el pasado fin de semana (56-19), pero vuelven a la comodidad de Florida ya que en el Hard Rock Stadium presumen marca de 7-1 y se convierten en un equipo prácticamente invencible ya que su única derrota en esta condición fue a manos de Tennessee en un resultado por demás sorpresivo.

El problema para Miami y compañía es que se miden a un equipo que ha entrado en modo supervivencia desde hace más de un mes porque cualquier caso en falso prácticamente los hubiera sentenciado y, tras perder con Philadelphia, vencieron de manera consecutiva a dos equipos que estarán en playoffs (Kansas City y Dallas) y más recientemente a Los Angeles C. y New England para forzar este “desempate” con un equipo que en un momento fue considerado el principal favorito para representar a la Conferencia Americana en el Super Bowl que se celebrará en Las Vegas.

Miami no recibe el respeto que merece en casa, al menos en las apuestas, ya que Buffalo parte como favorito por 2.5 puntos, por lo que Mike McDaniel y compañía buscarán dar un último golpe de autoridad sobre la mesa y, de paso, despedir a un peligroso rival de la postemporada.