El fin de semana pintaba oscuro de nuevo para Sergio ‘Checo’ Pérez de Red Bull, pero, a pesar de una mala clasificación, al quedar de nueva cuenta fuera en la Q2, fue capaz de remontar a la hora cero y volvió al podio, algo que se le había olvidado en las últimas tres carreras mientras su compañero Max Verstappen se escapa con mucha comodidad en el campeonato de pilotos ya que ha ganado las últimas cinco pruebas.

El Gran Premio de Austria volvió a llenar de confianza al tapatío después de pelearle palmo a palmo al neerlandés en la sprint y, en la carrera del domingo, pese a empezar muy atrás en la parrilla, orquestó un gran regreso, lo que incluyó una buena batalla con el español Carlos Sainz para finalmente regresar al podio que se le había negado desde Miami, cuando hizo el 1-2 con Verstappen, estampa que habían conseguido en Baréin, Arabia Saudita, Azerbaiyán y en la primera de las tres fechas que tiene Estados Unidos (Austin y Las Vegas).

La actual temporada ha enseñado a ‘Checo’ a ir paso a paso y no adelantarse después de un gran comienzo, por lo que su prioridad debe ser volver a una Q3 que se le ha negado en los últimos circuitos para, entonces sí, pensar en una estrategia que le permita volver a “arrebatarle” lo más alto del podio a Verstappen, quien simplemente no ha tenido competencia desde Miami con cinco triunfos de forma consecutiva.

El bache por el que atravesó el mexicano permitió que otros equipos tuvieran destellos de competitividad ya que, en ese lapso, el podio ha tenido pilotos de Mercedes, Aston Martin, Ferrari y Alpine con Esteban Ocon, además que McLaren, con Lando Norris, también estuvo con el cuarto lugar que obtuvo el pasado fin de semana.

Por supuesto que Max Verstappen parte como el gran favorito para imponerse en Silverstone durante el Gran Premio de Gran Bretaña, pero la meta de ‘Checo’ está en dejar el último peldaño del podio a otra escudería, como ocurría al principio de año para que la calma regrese a Red Bull.