Jacksonville (4-2) recompuso el camino con su viaje a Londres, país del que volvió con dos triunfos, y en su regreso a Estados Unidos barrió la serie anual ante Indianapolis, pero a un costo alto ya que, en el último duelo, su mariscal de campo Trevor Lawrence salió tocado y es por ello que ahora, en su visita a New Orleans (3-3) su racha de victorias está en riesgo de manera importante.

Si bien es cierto que los de Louisiana en el primer año de Derek Carr en los controles de la ofensiva han lucido endebles y su defensiva poco a poco empieza a desdibujarse, saben que ante Jacksonville tienen la oportunidad perfecta para recomponer el camino después de tres derrotas en sus últimos cuatro compromisos y así evitar caer a una marca por debajo del .500 y permitir que Tampa Bay se escape, por el momento, en el Sur de la Nacional.

Por su parte, Jacksonville no ha encontrado mucha resistencia en su división a pesar de la derrota en casa ante Houston y, si son capaces de ser consistentes, entonces pueden meterse a los playoffs en años consecutivos, pero también depende mucho de lo que pueda hacer Trevor Lawrence y más ahora que, en caso de jugar, no lo haría al cien por ciento de sus capacidades y necesitarán más que nunca de Travis Etienne, quien, en los últimos partidos, ha encontrado la manera de visitar de forma consistente la zona de anotación.

Aunque, a decir verdad, por lo visto hasta el momento, el juego que pondrá en marcha la Semana 7 de la NFL en New Orleans tiene tintes de tornarse en un partido de pocos puntos, muchas capturas y esperar que tanto Derek Carr como Trevor Lawrence (o C.J. Beathard en caso de ser requerido por Jacksonville) limiten los errores.

La línea apunta actualmente hacia New Orleans (-1), pero gran parte de esto lo define la disponibilidad del mariscal de campo egresado de Clemson ya que, en caso de equiparse este jueves por la noche, entonces Jacksonville tiene mayores posibilidades de llevarse la victoria y esto podría incrementarse si Demario Davis no aparece en el emparrillado.