Kyle Shanahan le tiene tomada la medida a Sean McVay en los últimos seis duelos que se han medido ya que el balance de esos compromisos es de seis victorias sin derrota del entrenador en jefe de San Francisco ante su contraparte de Los Angeles R., sin importar la sede, pero ahora estamos hablando del enfrentamiento más importante entre ambos con un boleto al Super Bowl LVI en juego.

Los gambusinos, que requerían del triunfo en la última semana en el SoFi Stadium para clasificar a los playoffs, vinieron de atrás en la segunda mitad de ese último partido para meterse a una postemporada de ensueño en la que lograron un par de victorias en patio ajeno (ante Dallas y Green Bay) para estar a un juego de luchar, de nueva cuenta, por el Vince Lombardi.

El conjunto de la bahía primero le pasó por encima al conjunto de la estrella solitaria en la Ronda Divisional (23-17) y una semana después, en Lambeau Field, dispusieron del primer sembrado de la Conferencia Nacional al superarlos con un gol de campo de último segundo.

Por su parte, Los Angeles R. ya dejaron en el camino a un rival divisional, Arizona, al superarlos 34-11 en la primera fase de la postemporada y luego viajaron a Tampa Bay para eliminar a los actuales monarcas en un juego que parecían controlar con facilidad, pero en el que se terminaron complicando la vida al sellar su pasaporte a la Final de la Conferencia Nacional con un triunfo en la última jugada por 30-27.

El enfoque de este choque estará en los mariscales de campo ya que Matthew Stafford, de los locales, tiene más de 560 yardas totales y cuatro pases de anotación en esos juegos y su rival, Jimmy Garoppolo, apenas llega a las 300 yardas y aún no conecta con sus compañeros en las diagonales en lo que va de los playoffs.

Sin embargo, la última vez que se vieron las caras en el SoFi Stadium, el mariscal de campo de San Francisco, pese a dos intercepciones, alcanzó las 300 yardas detrás de una brillante actuación de su jugador más peligroso: Deebo Samuel.

La plantilla de Los Angeles R. está colmada de talento en ambos lados del ovoide y, aunque los últimos enfrentamientos ante su rival en puerta no les favorecen, en esta ocasión aparecen como favoritos por 3.5 puntos, línea que no alcanzarán a cubrir, pero sí se llevarán el juego para disputar el Super Bowl en casa.