Tampa Bay venció en un apretado duelo de la Semana 6 a Philadelphia (28-22) en el Lincoln Financial Field en un compromiso en el que los locales sólo tuvieron 213 yardas totales a la ofensiva, pero desde entonces las cosas han cambiado mucho y se puede vivir algo completamente diferente debido a las bajas que tienen los monarcas de la NFL.

Tom Brady, ahora con el uniforme del conjunto de Florida, sufrió una de sus derrotas en Super Bowl precisamente ante Philadelphia y, a pesar que ya los ha superado de nueva cuenta, tiene esa espina clavada ante el equipo del Este de la Nacional y buscará acabar con su temporada en un juego en el que los actuales campeones salen favoritos por 9 puntos.

Tampa Bay acabó la campaña con registro de 13-4 para quedarse con el título de la División Sur de la Conferencia Nacional y tienen como gran aliado a un mariscal de campo que nunca se le debe de descartar por su experiencia en la postemporada, pero la realidad es que también, por diversos motivos, ha perdido a muchas de sus armas a la ofensiva, lo que ofrece una esperanza a Philadelphia.

El equipo que comanda Jalen Hurts alcanzó un boleto como comodín, pese a ser humillado en la última semana por Dallas en casa (51-26), y si bien este marcador molestó mucho a sus aficionados al tratarse de uno de sus máximos rivales, la realidad es que el conjunto de Pennsylvania también decidió darle descanso a muchos de sus titulares para, precisamente, enfocarse ya en la Ronda de Comodines.

En el papel, Tampa Bay no debería tener problemas para vencer a Philadelphia y asegurar su lugar en la Ronda Divisional, instancia en la también estarán jugando casa al clasificar como el segundo peldaño de la Nacional, pero Jalen Hurts y compañía buscarán la sorpresa más grande en esta conferencia ya que, de acuerdo a los momios, es el compromiso más disparejo.

Los campeones del Sur de la Nacional sólo sufrieron una derrota en casa a lo largo del año (contra New Orleans) y Philaldelphia lució mejor como visitante (6-3) que como local (3-5), pero Brady debe seguir el camino hacia un nuevo título cubriendo la línea, algo que hicieron en seis de los ocho juegos en el Raymond James Stadium.