Tampa Bay aprovechó las bondades que otorga la NFL a los campeones divisionales y serán los encargados de cerrar la Ronda de Comodines recibiendo en el Raymond James Stadium a un equipo que llega en horas bajas, pero que han demostrado de lo que son capaces y que llegan con sensación de revancha al quedarse a un paso de poner de nueva cuenta sus manos sobre el trofeo Vince Lombardi: Philadelphia.

El equipo que comanda Nick Sirianni llega a este duelo quizá en el peor momento que se les ha visto en mucho tiempo y con lesiones en jugadores clave, pero este mismo año nos demostraron que tienen la capacidad de vencer a quien se les ponga enfrente si es que logran reencontrar la exitosa fórmula de los triunfos que, al menos la campaña pasada, los llevó de forma cómoda hasta el Super Bowl tras vencer con facilidad a New York G. y San Francisco en el camino.

Tampa Bay comenzó de forma sólida la temporada y fue precisamente Philadelphia (25-11), en la misma sede en la que se encontrarán el lunes, quien los ubicó en ese momento en su realidad, pero esa versión del conjunto de Pennsylvania también se extravió en el camino detrás de una defensiva secundaria que pueden explotar jugadores como Baker Mayfield y Mike Evans, siempre y cuando la línea ofensiva le de tiempo al mariscal de campo.

A su vez, Jalen Hurts y el receptor AJ Brown también nos han dejado de manifiesto muchas veces de lo que son capaces, pero ambas estrellas de los aún monarcas de la Conferencia Nacional llegan con lesiones que han mermado su desempeño y brindan cierta esperanza al conjunto de Florida para entregarle una alegría a sus aficionados.

Cleveland y Philadelphia (-3) son los únicos visitantes en la Ronda de Comodines que parten como favoritos en su respectivo duelo, pero la última palabra en el segundo de esos compromisos la tendrá la versión que se presente del equipo que comanda Nick Sirianni.